Si bien es cierto, la educación es un tema que nos concierne a todos. Sin embargo es muy poco lo que se sabe y se invierte en éste. Las personas se despreocupan justificándose que la educación es sólo tema para los colegios y universidades, negando la responsabilidad de los patrones primarios, es decir, nuestros padres.
El lenguaje crea conciencia
[1], en consecuencia si vulgarmente nos referimos a la educación formal -educación impartida en los establecimientos- como la que entrega el conocimiento, le estamos atribuyendo a los profesores cierta autoridad totalitaria respecto a éste, donde el alumno no puede criticarlo, ya que de alguna manera se transforma en una fuente confiable de “materia”. Pero, ¿esto es siempre así?
Independiente si esto se cumple, no es la visión ideal que se debe tener de educación.
La educación tiene por objetivo el desarrollo holístico del ser humano, es decir, el formar a un ser humano completo a nivel tanto intelectual, moral y afectivo, que sea capaz de desarrollarse dentro de una sociedad en particular.
En la actualidad nos enfrentamos a una sociedad compleja y diversa, en donde cada día, cada hombre se topa con personas de culturas, niveles sociales, aspectos físicos e ideologías diferentes. La educación tiene que formar a un ser humano que sea capaz de vivir y tolerar las diferencias entre las personas.
Debe ser el vehiculo de las culturas y los valores, como construcción de un espacio de socialización y como crisol de un proyecto común
[2]. Es decir, que mientras se forma un alumno, no sea encerrado dentro de una “burbuja”, donde en el salón de clases solo estén conviviendo personas que sean de realidades parecidas, del mismo sector social, la misma etnia, si no que exista una diversidad de personas, cosa de que ese alumno se forme desde los inicios conviviendo con personas diferentes que buscan un bien común, que dentro de cada sala se recree una pequeña ciudad, para que así el alumno cuando se enfrente a la sociedad, se sienta preparado y cómodo.
En Chile, nos topamos con colegios hechos especialmente para las distintas clases sociales, los colegios particulares, particular subvencionados y los municipales, para clase alta, media y pobre respectivamente. El alumno que asiste al colegio particular es formado exclusivamente para el desarrollo dentro de su círculo social adinerado, con expectativas de vida diferente, mientras que el alumno que asiste al colegio municipal, es formado para mantenerse dentro de esa clase social, no se despierta en el ningún afán de superración, en fin se está “educando a los obreros del mañana”. Lo mismo pasa con las personas que tiene algún tipo de problema de aprendizaje o alguna condición mental diferente –síndrome de down-, estas asisten a unos colegios especiales para ellos, se entiende que necesitan a profesores especiales, pero al mantenerlos separados se les esta excluyendo de la sociedad, se les esta acostumbrando a que socialicen entre iguales, y ¿qué va a pasar cuando estas personas salgan del colegio y se enfrenten al mundo real?
En el informe redactado para la UNESCO por la comisión internacional sobre la educación, se dice que: “es prioritario definir una educación adaptada a los diferentes grupos minoritarios. La finalidad de dicha educación debe consistir en lograr que las diferentes minorías puedan asumir su propio destino.”
[3]Esto da a entender, que la educación debe ser tal cual como es ahora en Chile, es decir, que cada sector se instruya para desarrollase dentro del mismo, a eso se le llama “Discriminación Positiva”, porque el alumno si esta recibiendo un beneficio, pero la calidad ese patrocinio esta condicionado a las características sociales de cada alumno.
Con este tipo de educación, las exclusiones y desigualdades sociales seguirían igual o peor que ahora, los sectores que tienen el poder dentro de la sociedad chilena lo mantendrían por muchos años y los pobres seguirían siendo la mano de obra de grandes empresas.
Pero para hacer el cambio, para poner en práctica el modelo (mencionado en la página anterior) de educación integradora, que es el ideal, los gobiernos deben invertir más recursos en los programas educativos y asegurarse de que estos apunten a la inclusión social del alumnado, los profesores deben ser preparados para educar a personas de diferentes etnias, culturas, ideologías, condiciones físicas y mentales. Las aulas deben estar compuestas por alumnos diferentes, que reciban la misma enseñanza, y esta debe ser una enseñanza sin ningún tipo de prejuicios para no herir sentimientos de ninguno de los pensamientos presentes. También se puede dar una visión objetiva de las ideologías, religiones o etnias que se encuentran en una sala de clases, por ejemplo si nos encontramos con una persona de pensamiento comunista, con otra mapuche y con un individuo de religión islámica; dar a conocer a los alumnos los rasgos característicos de cada uno de ellos, y así logramos la aceptación y la formación de alumnos con mayor amplitud mental, con las capacidad de formase una opinión con conocimiento de causa, que se den cuenta que su forma de vivir y ver el mundo no es la única. Todo esto sin dejar de lado el individualismo de cada uno, que cada uno puede tener su visión y que nadie la pude criticar, porque el aceptar las opiniones y las diferencias es lo más importante en una sociedad diversa como la de nosotros.
Si esto se realiza, la inclusión social no sería tema, ya que lógicamente, se estaría incluyendo a gente segregada a algo que por ley es obligatoria, y que la ley general de enseñanza (LGE) establece como derecho una educación igualitaria y para todos.
Pero, la inclusión social está presente en todos lados, sin embargo esto no quiere decir que sea lo óptimo. No es necesario llegar a un concepto de comunismo, ya que no somos iguales, pero si debemos tener los mismos derechos y obligaciones.
En Chile, el tema de la injusticia es normal y casi ya no sorprende. Hemos aprendido a vivir con la desigualdad entre nuestros pares, hemos tolerado que se creen colegios polivalentes y politécnicos, donde la LGE; se refiere a ellos como establecimientos de discriminación pasiva. Esto consiste en la educar a ciertos grupos sociales, minoritarios; para que puedan desarrollarse socialmente.
La ley general de enseñanza lo valida como: propósito deseable para asegurar equidad a todos y todas, especialmente a los que requieren más apoyo
[4].
La mayoría de estudiantes de estos colegios-polivalente y politécnicos-, son jóvenes de escasos recursos que no tienen muchas veces los medios para asistir a una universidad luego de haber finalizado el proceso educacional secundario. A la sazón, crean estos colegios que les da una profesión básica, tales como: Contador, secretariado, turismo, gastronomía y electricidad, con los cuales se pretende que ellos vivan de eso.
Si bien la educación su clásico fin es educar para la sociedad, lo anterior sería lo correcto de hacer ¿por qué?, porque el modelo económico neoliberal promueve las desigualdades sociales, en base a lo económico, dejando claro que el que tiene más dinero puede acceder a mejores objetos de lo que éste requiera o quiera.
Entonces si educamos para la sociedad, viene el siguiente dilema: ¿qué es la sociedad? Según varios intelectuales, lo más correcto que se puede pensar es que la sociedad consiste en una serie de grupos o instituciones que establecen ciertas pautas de relación tanto entre sus miembros como con grupos, que sirven para tomar desiciones que buscan satisfacer ciertas necesidades. Si la sociedad está en crisis, es porque las desiciones que se toman no han seguido los criterios adecuados
[5], es decir los gobernantes no cubren las necesidades de los gobernados.
Y si le agregamos que somos una sociedad neoliberal surgida del capitalismo de Adam Smith; que esta consiste en pasarles el poder económico del estado a empresarios particulares, que en Chile, ocurre esto y ha ocurrido otras veces; y que finalmente son ellos los que ponen el dinero en base a impuestos del estado, para que el gobierno pueda solventar las necesidades de sus gobernados.
Pero esto tampoco es lo óptimo, no porque sea el modelo mundial va a estar bien, es falacioso pensarlo, ya que va a depender de los particulares el objetivo de cada país, puesto que cada ser humano tienen pensamientos propios, ideologías políticas y nociones distintas de “importante”, entonces ocurren estos delitos de sólo entregarle el 4% del PIB a la educación mientras que a las fuerzas armadas el 10%
[6] cuando debe ser al revés según la ONU - y el criterio común-.
Por otro lado, existe esta Ley general de enseñanza que en tiempos de “revolución pingüina” se exigió que se cambiara la LOCE (ley orgánica constitucional de la enseñanza) que esta ley promovía el colegio con fines de lucro para los sostenedores y su fin era entrar a una sociedad sin valores, mercantilista, engañadora, sin libertad de enseñanza, sin alusión a los verdaderos conflictos del país, sacando y reduciendo clases donde los alumnos podían pensar, ya que nos les sirve gente que piense y critiquen el sistema, sino más bien, gente que produzca lo que el gerente quiere; y, luego de un año nos muestran la LGE, creyendo que no nos daríamos cuenta de que era lo mismo, sólo que mejor estructurado y con objetivos que no se fiscalizarían, tales como la JEC (jornada escolar completa). En ésta se suponía que las últimas 4 horas serían para realización de actividades de educación no formal, que esta se caracteriza por su amplitud y heterogeneidad y las funciones que abarca van desde numerosos aspectos de la educación permanente (alfabetización de adultos, programas de expansión cultural, etc.), a tareas de complementación de la escuela; desde propias de la pedagogía del ocio, a otras que están relacionada con la formación profesional. Asimismo atiende a aspecto de la formación política, cívica y social; ambiental y ecológica; física y sanitaria.
[7]Y nuevamente, esto no se fiscaliza, ni mucho menos se realiza. En consecuencia, educamos individuos para una sociedad que excluye y segrega a ciertos grupos minoritarios que se encuentran en él, en suma se sigue educando para una sociedad industrializada. Creando con lo que Yublousky describe, como una sociedad con “patología de robots”
[8]Acá en Chile, el tema va a seguir siendo discusión, ya que la educación no es igual, aunque así debiera ser, se sigue discriminando y se fomenta que existan colegios particulares que hagan lo que quieran sin seguir los parámetros que promulga la LGE, y el dinero sigue siendo el mayor factor que promueve el exclusión y estamos dejando atrás pero recordando con respeto lo que Freire decía: Educar para la libertad, no seremos libres si es que la sociedad no cambia, y no sólo le concierne a la educación, sino es tema de todos los que vivimos dentro de una sociedad, es decir, nadie queda fuera de esta tarea.
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[1] KOTTAC, C. Antropología cultural. Editorial Mcgraw Hill, Madrid, 2003. Pág. 104
[2] DELORS, J. La Educación encierra un tesoro. Ediciones UNESCO. Pág. 55.
[3] Ibidém. Pág. 62.
[4] Ley general de enseñanza, en: http://www.rmm.cl/usuarios/rramirez/doc/200710301452380.LGE,_derecho_y_libertad_de_educacion.pdf.pdf.
[5] Apuntes de fundamentos filosóficos de la educación. La sociedad y la educación: una cuestión filosófica. Pág 3
[6] Alusión oral Profesor Claudio Ibarra, haciendo doctorado en Barcelona, 2005.
[7] Educación no formal, en buscador virtual wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Educaci%C3%B3n_no_formal#En_la_actualidad)
[8] Apuntes de fundamentos filosóficos de la educación. La sociedad y la educación: una cuestión filosófica. Pág 4
Este ensayo fue creado para la clase de Introducción a la Educación contemporánea de la universidad Pedro de Valdivia, por las alumnas Marcela, mas conocida como "chela" y yo, Cerebro... decidimos publicarlo, no sin antes perdirle el permiso correspondiente a la querida Pinky, porque nuestro ego nos dijo que quedo genial, y el profe nos puso un "exelente".
Opinen ustedes.
