viernes, 6 de junio de 2008

"No ha muerto, solo su corazón se detuvo"


No nos engañemos, no ha muerto, solo su corazón se detuvo. Es cierto que el hombre ha acabado, pero no esa peste oscura y sangrienta que se le mete a nuestro país hasta los huesos, no esa infeccion cuya cura nos demoraremos muchos años en encontrar.

Se acaba de morir el viejo de la foto que colgaba en las paredes de nuestros colegios, pero Chile acepto su herencia hace rato y sin arrugar la frente. La muerte, el sufrimiento de muchos y el aniquilamiento de lo que fue el estado chileno, constituyen su más evidente legado. Pero no solo rabia dejo corriendo por nuestras venas, la frialdad se instalo entre nosotros y la sordera reina en medio de una total indiferencia hacia los demás, tanto que ya no necesitamos escucharlos. Por eso parece tan normal que las canciones de Victor Jara no suenen en las radios por eso gozamos también de una extraña capacidad para arrancar d la belleza.

Hemos aprendido la mentira y la artimaña, el uso del codazo gobernado por la codicia y a trepar sin miedo de aplastarnos unos a otros. También sabemos muy bien dar vuelta la espalda.

Hoy vemos las portadas de los diarios y creemos inconsientemente que estamos ante un gran desenlace, pero no es así. Pinochet no es un hombre al que le ha llegado su hora, sino una tarea pendiente. Que se pudran sus huesos no es relevante, no da lo mismo que se muera y eso se lo devemos a él, la gran facultad que tenemos de hacer la vista gorda a lo que se nos de la gana.


LOS BUNKERS
The Clinic 2006
Edición especial por la muerte de
Don Augusto José Ramon Pinochet Ugarte.